You can fool all the people some of the time, and some of the people all the time,
but you cannot fool all the people all the time.
(Abraham Lincoln)

sábado, 9 de noviembre de 2019

Sacerdotes como Dios mandaría



Voy hacia esa España cainita nuestra desde Nicaragua y hago escala en San Salvador.
Me hace feliz ver que el aeropuerto hoy se llama San Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, en homenaje al obispo defensor de los derechos humanos, propuesto al Nobel de la Paz en 1979, y asesinado en 1980, cuando oficiaba una eucaristía. Treinta y un años después se supo que su asesino fue Marino Samayor Acosta, subsargento de la Guardia Nacional, cumpliendo (por 114 dólares) órdenes del mayor Roberto d'Aubuisson, creador de los atroces Escuadrones de la Muerte. Recuerdo aún el impacto que a muchos jóvenes nos causó aquel asesinato. Yo tenía 17 años y le escribí varios poemas (mejor olvidarlos) de homenaje.
En Managua he estado en el Mirador Tiscapa, junto a la imagen de Sandino y el monolito que recuerda a los asesinados de la Revolución de Abril de 1954 contra Anastasio Somoza, cuyas sepulturas se desconoce dónde están. En aquel fallido golpe de Estado participó Ernesto Cardenal, sacerdote también y gran poeta, como se demuestra por el poema del monumento. Poema (éste inolvidable) que desgraciadamente glosa espantosos sucesos que ocurren en todas las geografías, como la hispana nuestra.
La vesania de los malvados que en el mundo hay llega a su máxima expresión cuando hurtan a los deudos no solo la vida de sus queridos sino hasta de un lugar donde llorarlos.
En fin, sacerdotes como estos creo que son los que un Dios verdadero querría tener de vicarios en la tierra y no esos otros de episcopales conferencias aposentados en la poltrona de los prejuicios y los privilegios remando a favor de los poderosos y no de los necesitados y los humildes...

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