Leyendo sobre mitología griega, encuentro en el siempre
indispensable Carlos García Gual, como de costumbre, iluminación y verdad para
comprender los tiempos en que vivimos hoy.
Êthos anthrópoi daímon,
dijo Heráclito, el carácter es para el hombre su destino. Por eso los perfiles tanto
del maltratador familiar (ese “hombre” que tortura mental y físicamente a sus
hijos y su pareja) como del xenófobo siguen las pautas del tipo “humano”
autoritario y potencialmente fascista del que ya en 1950 Adorno y Horkheimer describieron
las características fundamentales de su personalidad:
1)
Represión de impulsos y tendencias inconscientes
(por ejemplo temor, debilidad, deseos sexuales) y la liberación de los
subsiguientes conflictos internos a través de la proyección de las propiedades
reprimidas en otros y la lucha contra ellos.
2)
Convicción de la superioridad del varón y de la
inferioridad y el deber de sumisión de la mujer al hombre.
3)
Etnocentrismo que lleva a tratar a los
extranjeros como enemigos e inferiores.
4)
Una potencial agresividad y tendencia a la
brutalidad que propone ideales de fuerza, virilidad e impulso de dominación.
6)
Pensar estereotipado y ligado a prejuicios, con
tendencia a generalizaciones y rechazo de lo nuevo y original.
7)
Rigidez e incapacidad para admitir nuevas
experiencias sociales, que son sentidas como amenaza, rechazadas como
peligrosas para el orden establecido.
Pero todo Penteo, todo Saulo, deben recordar que un día las furiosas
Bacantes les dieron caza y sus cabezas sirvieron de adorno en los báquicos
tirsos… Otros son los tiempos hoy, no habrá violencia igual a la
suya contra ellos, no serán devorados por las Bacantes, pero la justicia sabrá
siempre encontrar el modo de honrarse a sí misma arrojando al olvido, con
desprecio, a aquellos que maltrataron a los más indefensos, a los más queridos.
(ilustraciones de ual.es y
mitosyleyendascr.com en google)
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